Viaje por la historia de Cúllar a través de los ojos de quienes han sido testigos del paso del tiempo en estas tierras

jueves, 3 de abril de 2014

VELADAS SUSTITUIDAS POR LA TELEVISIÓN

El martes, 19 de abril de 1988, los alumnos del Colegio Mures participaron en un concurso del periódico Ideal con varios artículos, entre ellos, este texto en el que se describen los bailes y juegos antiguos, con los que las familias pasaban las veladas, antes de que llegara la televisión.

Antes de la televisión, los vecinos de los barrios de nuestro pueblo y sobre todo en los anejos, se juntaban durante las veladas para celebrar alguna fiesta o para ayudarse a descascarar almendras o desparfollar panizo.

En estas veladas se contaban historias y cuentos, se bailaba y se hacían juegos. ¡Pero qué juegos y qué bailes! ¡Había que ver el ambiente de aquellos tiempos!

En una cocina grande, se sentaban alrededor de una hermosa lumbre las VIEJAS, unas delante de otras, bien puestas para que cada una pudiera vigilar a su hija “mocica”. Iban vestidas casi siempre de negro, con pañuelo de este mismo color a la cabeza que cuando estaban sentadas y calentitas alrededor del fuego, se lo dejaban caer sobre los hombros, dejando al descubierto os cabellos recogidos en un moño.

Cerca de ellas se colocaban las “mocicas” y en la parte de afuera, cerca de la puerta, los “mocicos”. Los padres jugaban a la brisca en otra habitación o en una casa cercana.

La música se hacía con laudes, bandurrias, violines, panderetas, etc.

Se cantaban canciones con un poquitín de “picantillo”: Cuando paso por tu puerta / cojo pan y voy comiendo / pa que no diga tu madre / que con verte me mantengo

Bailaban las parejas, no muchas a la vez, a las que se halagaban o criticaba por las viejas del rincón, sobre lo bien o mal que hacían las “mudanzas” de los fandangos, seguidillas, …

En medio de este ambiente unos cuantos muchachos (siempre hombres, dado el recato de las mujeres) entraban gritando: “Churri fuego. A quien no se quite le pego fuego”. Los presentes, precipitadamente, hacían corro y empezaba el juego.

Estos juegos eran medios para “meterse” con alguna muchacha “garduñona”, con algún joven algo parado, con algún noviazgo … Describimos por ejemplo el juego “del reloj”: Un almirez se colocaba entre las piernas de un muchacho y la mano (del almirez) se colocaba, a modo de péndulo, más abajo entre las rodillas con un tensor de guía “agorlitada”. Al separar las rodillas la mano del almirez golpeaba sobre éste, demostrando la “exactitud” de las horas solicitadas por los presentes.

Vamos a hablar ahora de unos bailes que consideramos especiales. Son los bailes de ánimas, que se celebraban por Navidad: Se reunían los músicos el día de Santa Lucía, dirigidos por un señor llamado “el alcalde”.

Ese día se nombraban cuatro hombres, que serían los mayordomos, encargados de dar de comer a la “cuadrilla”. Todas las madrugadas, hasta la Noche Buena, se reunían para tocar y cantar en las misas de “gozo”. Se cantaban letras como ésta:

“Ya toca la campanilla / para decir Santo, Santo / Cantan la gloria en el Cielo / los ángeles con su canto.”

A partir del día del Nacimiento los músicos desayunaban en casa de uno de los mayordomos y salían a pedir.
Al entrar a las casas, el alcalde preguntaba:
- ¿Se reza o se toca? Si la familia estaba de luto se rezaba y si no, se tocaba, se cantaba y bailaban los miembros de la casa junto con los que iban de las “ánimas”

En cada casa se daba una limosna que podía se dinero o en especie: calabazas, tocino, huevos, gallinas, etc. Cenaban los músicos en casa de un mayordomo y empezaba el baile. Siempre un hombre casado “pujaba” para bailar con una muchacha para que el novio o pretendiente de ésta pujara más alto para que ésta no bailare.

Entre pujas y gracias se desarrollaba el baile hasta altas horas. Las muchachas que no habían bailado en toda la noche las sacaba el alcalde y bailaba con ellas en corro.

El día de San Antón era la subasta de las limosnas recibidas en especie, todo lo recaudado paraba para beneficio de la iglesia.

(Nota: La pasada Navidad si hizo un intento de recuperar esta tradición en Venta del Peral. También gracias a María Martínez Sola, se está recuperando y difundiendo los bailes y juegos antes citados, para ella se ha creado un grupo en nuestro coro llamado “La Charca”)


El texto es de los alumnos de 7º nivel de aquel año, el dibujo de Rocío Burrueco y la Profesora - Coordinadora era Dolores Burgos López.
Gracias a Lola García por traer este texto tan bonito y a Dolores Burgos por ayudarme con la transcripción.

Una carga de ramas 75 pesetas

En Cúllar, tenemos una gran extensión de sierras y monte bajo, desde Rocimi hasta Oria ,de la Hinojora a Matián y la sierra del Periate y algunas zonas más , según nos contaban ,nuestros mayores, en las décadas de los 50 -60 del siglo pasado, había mucha gente , que para poder comer, ellos y sus familias, tenían que tirarse al monte, al amanecer , con sus burros y burras ya estaban en el tajo .Unos cogían ramas de pino secas, otros de encina o de aliagas otros, cargaban los animales y para el pueblo, a los diferentes hornos ,de pan y alfarerías , que necesitaban todos los días ramas para calentar sus hornos, una carga de ramas les podía suponer un jornal de unas( 50 o 75 pesetas) .

También cuando era temporada, se recogía Tomillo y Romero, que lo llevaban a Rocimi donde había unos hornos donde se cocían , las matas de Tomillo y de romero, y seguro que algunas plantas mas ,que yo desconozco .De la cocción de estas matas, no se el proceso que harían ,(Supongo que con Alambiques) se sacaba el extracto del Tomillo y otras plantas, yo no se lo que se hacía con este producto, pero ayudaba a muchas familias a sobrevivir .

También recuerdo y esto lo viví en primera persona, muy pequeño era yo ,en primavera y verano , cuando no teníamos colegio o cuando salíamos por las tardes de la escuela ,"el que iba ,pues no todos teníamos esa suerte" nos íbamos con una talega , a los sembrados de trigo o cebada y también en los margenes de los caminos o veredas , a recoger pétalos de amapola , que después vendíamos por unas peseticas , también cogíamos la flor de Saúco , no se para lo hacían servir , decían que para farmacia , donde lo vendíamos en una casa del barranco 3º , recuerdo que las colocaban en el suelo de una habitación ,hasta que se secaban.