Viaje por la historia de Cúllar a través de los ojos de quienes han sido testigos del paso del tiempo en estas tierras

martes, 11 de febrero de 2014

Aprovechamiento de los recursos

La cosecha de Maíz, la recuerdo como reunión familiar y de amigos, mis abuelos , padres , tíos , primos y algún , vecino que se apuntaban para ayudar en la tarea de limpiar las panochas , se separaban las parfollas de la parte de fuera ,para los animales y las más blancas para hacer el relleno de los colchones, después   de que se hubiesen secado, esta operación se solía hacer   cada año, si la cantidad era mucha se solía repartir entre los presentes y así todos estrenaban colchón nuevo.
Los que podían los rellenaban con lana de cordero , bien batida con la vara y los que no pues a conformarse con lo que había. 

De la cosecha del maíz se aprovechaba todo , por un lado el grano ,las parfollas , los zuros para el fuego y las cañas servían como alimento para las cabras , burras y demás animales que hubiese en la casa incluso en el corral los conejos también las roían y las gallinas picoteaban también y los marranos 
sus buenas raciones se comían.

En las casas se aprovechaban todos los desperdicios , tanto de los huertos ,frutas picadas a medio podrir y restos de hortalizas. Los restos de las comidas ,como casi todas las casas tenían corral  y entre todos los los animales que  tenían, desaparecía todo en un periquete . 

Incluso los que no teníamos servicio de wc íbamos al corral para hacer nuestras necesidades, de todos estos elementos y desperdicios que se tiraban, en el corral se iba formando un compos o estiercol, que después se aprovechaban para fertilizar los campos, sin necesidad de echar productos químicos ,como hacen hoy día .

Incluso las semillas, de tomate, pimientos, calabaza, pepinos, berenjenas y algunas más, se guardaban de un año para otro.

Recuerdo que en la placeta de mi casa, mi abuelo, el Tío pepe el del cerro  tenía su propia olla, donde él cada año sembraba sus semillas y producía su propio plantel, para él, para mi padre y para algún vecino que no tuviera, la olla consistía en hacer , con cañas un pequeño cercado de un metro ,de ancho por unos dos metros de largo y una altura de unos ochenta centímetros. Se llenaba con tierra y estiércol revuelto y se plantaba toda clase de semillas de hortalizas y cada año se repetía el ciclo, en aquellos tiempos ya eran ecologistas y practicantes .                   

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